Jackson Pollock (1912 – 1956) fue un influyente y polémico pintor estadounidense, referente del movimiento de expresionismo abstracto. Inspirado por creadores como Jose Clemente Orozco, Pablo Picasso y Diego Rivera, este artista renovó el concepto de la plasmación gráfica y propuso técnicas plásticas inéditas. Una de las más interesantes es el llamado “dripping”, que consiste en la utilización de la pintura en toda su vitalidad y dinamismo. Para ello se valía de potes de pintura con perforaciones en su parte inferior, con el fin de que la misma se aplicara sobre el lienzo goteando, con movimientos bruscos y de dirección cambiante. Posicionaba el lienzo al ras del suelo y lanzaba la pintura y otros materiales de modo contundente y rápido.
Si nos remitimos al estilo, su trabajo artístico está marcado por el denominado “all-over», que consiste en no dejar espacio alguno sin cubrir, buscando crear una atmósfera completa y sin marcos que configuren un coto imaginario a lo que intentaba plasmar.
Debido a su peculiar forma de pintar, Pollock fue apodado «Jack the Dripper». Apelando a cierta intertextualidad que nos remite a un juego de palabras con «Jack the Ripper» (Jack el Destripador), esta ligera variación significante lo convierte en «Jack el Goteador».
De su propio discurso podemos saber lo siguiente sobre la dinámica del «action painting» que orientó sus producciones:
«Mi pintura no procede del caballete. Por lo general, apenas tenso la tela antes de empezar, y, en su lugar, prefiero colocarla directamente en la pared o encima del suelo. Necesito la resistencia de una superficie dura. En el suelo es donde me siento más cómodo, más cercano a la pintura, y con mayor capacidad para participar en ella, ya que puedo caminar alrededor de la tela, trabajar desde cualquiera de sus cuatro lados e introducirme literalmente dentro del cuadro. Se trata de un método similar al de los pintores de arena de los pueblos indios del oeste. Por eso, intento mantenerme al margen de los instrumentos tradicionales, como el caballete, la paleta y los pinceles. Prefiero los palos, las espátulas y la pintura fluida que gotea y se escurre, e incluso un empaste espeso a base de arena, vidrio molido u otros materiales inusuales adicionados. Cuando estoy en la pintura no me doy cuenta de lo que estoy haciendo. Sólo después de una especie de período «de acostumbramiento» puedo ver en lo que he estado. No tengo miedo de hacer cambios, destruir la imagen, etc., pues la pintura tiene una vida en sí misma. Trato de que ésta surja. Sólo cuando pierdo el contacto con la pintura, el resultado es una confusión. Si no, es pura armonía, un fácil dar y tomar y la pintura sale muy bien.»
Jackson Pollock
PD: Si gustan sentirse un Jack the Dripper por un rato, les recomiendo este link: http://www.jacksonpollock.org/